28/1/10

La Galaxia de Andrómeda

La Galaxia de Andrómeda, también conocida como Objeto Messier 31, Messier 31 o NGC 224, es una galaxia espiral gigante. Es el objeto visible a simple vista más alejado de la Tierra (aunque algunos afirman poder ver a simple vista M33, que está un poco más lejos). Está a 2,5 millones de años luz (775 kpc) en dirección a la constelación de Andrómeda. Es la más grande y brillante de las galaxias del Grupo Local, que consiste en aproximadamente 30 pequeñas galaxias más tres grandes galaxias espirales: Andrómeda, la Vía Láctea y la Galaxia del Triángulo. Tiene una masa calculada de entre 300.000 y 400.000 millones de masas solares: aproximadamente una vez y media la masa de la Vía Láctea, y es más del doble de brillante que ésta.
Con las mejoras en las mediciones y los datos obtenidos, algunos científicos creen que la Vía Láctea contiene mucha más materia oscura y podría ser más masiva que M31. Sin embargo, observaciones recientes del Telescopio espacial Spitzer revelaron que la M31 contiene un billón de estrellas, excediendo por mucho el número de estrellas en nuestra galaxia. Además de esto, algunos autores postulan que es la segunda galaxia intrínsecamente más brillante en un radio de 10 megaparsecs alrededor de la Vía Láctea, sólo superada por la Galaxia del Sombrero (aunque quizás NGC 253 también la supere en brillo).
La galaxia se está acercando a nosotros a unos 140 kilómetros por segundo, y se cree que de aquí a aproximadamente 3.000 a 5.000 millones de años podría colisionar con la nuestra y fusionarse ambas formando una galaxia elíptica gigante.
Durante muchos años el valor aceptado de la distancia a Andrómeda fue de alrededor de 700 kiloparsecs, en base al estudio de sus variables cefeidas; sin embargo, debido al no conocerse bien la distancia a la Gran Nube de Magallanes, esta estimación tenía cierto margen de error. Investigaciones más recientes que han utilizado no solamente tales estrellas sino otros métodos como mediciones de cómo varía su brillo superficial, el brillo aparente de sus gigantes rojas más luminosas, y finalmente las variaciones de brillo de una estrella doble eclipsante situada en ella han permitido determinar una distancia media de 775 kiloparsecs (alrededor de 2,5 millones de años luz).
La Galaxia de Andrómeda es fácilmente visible a simple vista bajo un cielo verdaderamente oscuro; dicho cielo sólo lo podemos encontrar en relativamente pocos lugares, normalmente zonas aisladas lejos de los núcleos de población y fuentes de contaminación lumínica. A simple vista parece bastante pequeña, pues sólo la parte central es suficientemente brillante para ser apreciable por el ojo humano, pero el diámetro angular completo de la galaxia es en realidad de siete veces el de la Luna llena visto desde la Tierra. Observando con binoculares ó un telescopio de pocos aumentos desde los lugares mencionados es posible ver no solamente su región central sino el resto de la galaxia, así cómo sus dos galaxias satélite más cercanas (M32 y M110); desde zonas urbanas solamente puede verse su región central y al menos la galaxia M32.
Nuestra galaxia vista desde Andrómeda se parecería a como vemos nosotros a esta última, aunque con un ángulo algo más abierto y menos brillante (siendo aun así también apreciable sin problemas a simple vista). Sin embargo, se vería muy cercana al plano galáctico (a apenas 13°; el ángulo respecto al ecuador con el que nosotros vemos a Andrómeda), lo que dificultaría su estudio desde allí al estar oscurecida por el polvo que abunda en dicha zona, y de hecho si "estuviéramos" detrás del bulbo y/o hubiera mala suerte de tener cerca una nube de polvo interestelar podría ser incluso invisible en el óptico; lo mismo le ocurriría al Cúmulo de Virgo y a otras muchas galaxias brillantes bien visibles desde la nuestra, que se verían peor que desde la Vía Láctea, algunas de las cuales incluso siendo invisibles en el óptico al estar en el ecuador galáctico. Triángulo (M33), se vería bastante mayor y más brillante que desde nuestra galaxia, y en la zona de uno de los polos galácticos (los cuales están situados en las constelaciones de Columba y Hércules), pero casi de canto, y finalmente las mayores galaxias satélites (M32 y M110) se verían muy bien, sobre todo la primera (que en el peor de los casos se vería cómo un cúmulo globular gigante); la M110 recordaría en tamaño y luminosidad a la Pequeña Nube de Magallanes.